
Por aquella época el Perú se encontraba en plena segunda fase del Gobierno Revolucionario de las Fuerzas Armadas, el Jefe de Estado era el General Francisco Morales Bermudez, quien no desaprovechó la ocasión para utilizar los triunfos deportivos para promocionar su gobierno. Por esos años el Perú, además de clasificar al Mundial argentino, levantó el título Sudamericano Femenino de vóley y también el de Basket. Para celebrar los triunfos el Presidente de la República invitó a las tres delegaciones a Palacio de Gobierno, donde brindó una cena y repartió premios entre nuestros deportistas, sin embargo la escena más emotiva y que ha quedado inmortalizada es cuando el General Morales Bermudez, terminado el encuentro contra la selección chilena, bajó a la cancha y se confundió en abrazos con los jugadores de la selección, además entonó el himno nacional junto a ellos y el jugador Julio Meléndez Calderón le colocó su camiseta. Este gesto que fue celebrado por los espectadores que esa tarde abarrotó el Coloso de la calle José Díaz.
Finalmente, el pueblo peruano enfervorizado salió a festejar la clasificación en las principales calles y plazas de la ciudad.